Las salas de
 extracción de miel
Las salas de extracción de miel son comunitarias y gestionadas por los mismos apicultores, aplicando las directivas específicas que dicta el Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA) de la Argentina, así como las propias exigencias que se imparten desde COSAR, en la búsqueda de privilegiar la calidad del producto y su seguridad alimentaria.
Todas las salas de extracción son aprobadas y supervisadas por las autoridades sanitarias nacional (SENASA) y provincial (ASSAL – Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria). Esto provee seguridad a la vez que estandariza procedimientos, favorece el entrenamiento de quienes trabajan en el lugar y reduce costos que de otra manera no podrían ser afrontados individualmente por cada apicultor.
Las salas se encuentran distribuidas en la región en donde se desempeñan los asociados, próximas a los apiarios. La miel extractada se dispone en tambores nuevos -especialmente fabricados para contener y transportar miel-, se analizan sus parámetros fisicoquímicos por lotes y luego se remite al centro de acopio y distribución de la Cooperativa.